Cuando las hijas se distancian de sus madres

Entender los desafíos y las dinámicas complejas cuando las hijas adultas deciden distanciarse de sus madres puede significar desenredar una complicada red de emociones y circunstancias. El distanciamiento es una decisión difícil que no se toma a la ligera.

La ruptura de lo que esencialmente se piensa como la relación más central de uno es una experiencia dolorosa tanto para la hija como para la madre. A menudo está acompañada de críticas y juicios, no solo de miembros de la familia, sino también de amigos, colegas y conocidos. Para la madre y la hija distanciadas, a menudo sigue siendo un tema temido de conversación en entornos sociales porque otros creen que tienen licencia para regañar o avergonzar a la hija que ha tomado esa decisión. Mientras tanto, la madre se queda lidiando con la vergüenza, la inseguridad y la auto-duda. En muchas ocasiones, los demás dirán, o al menos pensarán para sí mismos, “¿Qué hiciste para que tu hijo te trate así?”

El distanciamiento no discrimina. Para las mujeres adultas que eligen distanciarse de sus madres, las causas suelen derivar de abusos, negligencias o traumas. Su decisión de romper todos los lazos con sus madres surge después de intentos fallidos de reparar o sanar la relación. El distanciamiento surge de una acumulación de experiencias que indican a las hijas que cualquier intento de continuar la relación sería perjudicial para su salud mental, y posiblemente física, también.

No es raro que las madres contraataquen diciendo que sus hijas están exagerando sus experiencias. Pero es importante reconocer que el nivel de trauma es interpretado por la persona que lo vive. El trauma se almacena en la memoria de diferentes maneras, lo que significa que el recuerdo de una persona puede ser completamente diferente al de otra.

A través de una exploración del distanciamiento con hijas adultas en un entorno clínico, descubrimos que describen una variedad de síntomas que han soportado, lo que indica cuánta energía han empleado en tomar su decisión.

Mostrar apoyo a las hijas distanciadas puede ayudar a aliviar gran parte de su angustia. Aquí hay algunos consejos:

1. Para Parejas

Como pareja compasiva o cónyuge de una mujer que ha experimentado la ruptura de la relación con su madre, reconoce lo doloroso que es el distanciamiento para tu ser querido. Cuando te encuentres en cualquier situación en la que surjan discusiones sobre sistemas familiares o dinámicas, sigue las indicaciones de tu pareja y permítele dirigir la conversación. Apóyala en su decisión de revelar tanto o tan poco como necesite para interactuar con los demás de una manera que le resulte segura. Anímala a desarrollar otras relaciones saludables, entablando amistad con figuras parentales si es apropiado.

2. Para Hermanos

Una relación tensa entre un padre y una hija adulta puede afectar a los hermanos. A menudo, los hermanos pueden sentirse atrapados en el medio. Para mantener límites saludables con tu hermano distanciado y tu madre, no compartas lo que te cuenten. Aunque la tentación de informar sobre lo que está diciendo tu madre sobre tu hermano, o viceversa, es fuerte, repetir lo que se dijo puede ser muy doloroso. Tus revelaciones pueden mantener viva la espiral de traumas. Los hermanos y las madres pueden expresar una variedad de emociones, todas válidas. Reconoce sin intentar minimizar o negar sus emociones. Frases como “Puedo ver cómo eso te lastimó” o “Escucho lo doloroso que esto es para ti” pueden indicar que estás escuchando con compasión sin tomar partido.

3. Para Amigos

Amigos, colegas y familiares extendidos que quieran apoyar de la mejor manera a una hija adulta en su esfera social que está distanciada de su madre, respetarán su decisión de estar distanciada. Permanece compasivo y sigue su guía si ella quiere hablar sobre su distanciamiento o no. Permanece atento a los disparadores en las conversaciones que pueden traer vergüenza o dolor por su distanciamiento, como preguntar sobre vacaciones, eventos familiares, reuniones del Día de la Madre u otras ocasiones en las que hayan optado por no participar.

Los supuestos sobre el distanciamiento son generalizados y pueden exacerbar la carga emocional de quienes están involucrados. Siempre que el distanciamiento se busque en respuesta a conflictos familiares, proporcionar un espacio compasivo y libre de juicios para aquellas hijas distanciadas de sus madres es la mejor herramienta para ayudarlas a sanar.